Hace algún tiempo gustaba de ir a misa a mi Hora de comer, pasado el tiempo comencé a darme cuenta como mis compañeros ya no me tomaban en cuenta, sabían que mi costumbre era comer fuera... Un día comencé a sentirme triste ese día camino a misa pensaba que tal vez debería ir a otra hora pues estaba dejando de ser tomada en cuenta, ese día después de casi 2 años por primera vez se dirigió a mi el sacerdote al finalizar la misa y me dijo .... "Hija quédate a comer con nosotros"
Esto me sorprendió fue sin duda una respuesta de Dios y también una invitación de El, que bello es Dios que cuando ve que la tentación esta tumbando nuestros propósitos El viene en auxilio y nos alienta a seguir
Que Jesus sea para ti el alimento más perfecto
No hay comentarios:
Publicar un comentario